Ya sabía que
no llegaría, ya sabía que
era una mentira, cuanto tiempo que por él perdí, que
promesa rota sin cumplir. Son
amores problemáticos, como tú, como yo. Es
la espera en un teléfono,
la aventura de lo ilógico,
la locura de lo mágico,
un veneno sin antídoto, la amargura de lo efímero, porque él se marchó.
Amores tan extraños que te hacen cínica,
te hacen sonreír entre lágrimas. Cuántas páginas hipotéticas, para no escribir las auténticas.
Son amores que sólo a nuestra edad se confunden en nuestros espíritus, te interrogan y
nunca te dejan ver si serán amor o placer. Y cuántas noches lloraré por él, cuantas veces volveré a leer aquellas cartas que yo recibía
cuando mis penas eran alegrías. Son
amores esporádicos,
pero en ti quedarán.