Hay una cosa que yo no te he dicho aún, que mis problemas ¿sabes qué? se llaman tú. Sólo por eso tú me ves hacerme el duro para sentirme un poquito más seguro.
A veces los sentimientos no se pueden manejar, y cuando nos atrapan no podemos escapar. Y es así... nuestro corazón sufre. Y sigue y sigue dando vueltas y vueltas la loca rueda de la vida; y sigue rodando en mi cabeza el enigma cautivante de tu voz. ¿Y dónde quedó ahora esa hermosa ilusión de regalarte a vos lo mejor de mi amor?
Porque conozco yo el calibre de tus besos,
ya no me dejo asesinar por esa boca.
Contradicción, veneno para la razón.
Aprendiendo poco a poco, dando al tiempo su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario